Incumplimiento Normativo: La falta de formación puede llevar a situaciones de incumplimiento de normativas y regulaciones laborales, lo que puede acarrear sanciones legales y dañar la reputación de la empresa.
Estancamiento Empresarial: La falta de actualización y desarrollo de habilidades en los empleados puede limitar la capacidad de la empresa para adaptarse a los cambios del mercado y mantener su competitividad a largo plazo.
Baja Productividad: La falta de formación adecuada puede resultar en una disminución en la productividad de los empleados, ya que estos pueden no contar con las habilidades necesarias para desempeñar sus funciones de manera eficiente.
Rotación de Personal: Los empleados que no reciben capacitación suficiente pueden sentirse desmotivados y con pocas oportunidades de crecimiento, lo que puede llevar a una alta rotación de personal y a la pérdida de talentos clave.
Errores y Fallos: La falta de capacitación puede propiciar la aparición de errores y fallos en el trabajo, lo que puede afectar la calidad de los productos o servicios ofrecidos por la empresa y, en última instancia, la satisfacción del cliente.